Brilla en el arroyo el sol de tu cuerpo
Es la cascada cada uno de tus senos
Leo en tus nalgas, cumplo los deseos
Les llamo lámparas que froto y aprieto
Ahí en el agua la sirena del sexo
Estás tan mojada como en el lecho nuestro
Inmersa, ingrávida, estrella del rio
Navegas de panza nadando de pecho
Tenés tatuado en la gamba un pez en pleno vuelo
Es tu sonrisa lo que me conquistó por completo
La sinapsis excelsa de tus razonamientos
Irradias sabiduría desde la conversación
Gustas por las ideas así como tu cuerpo
Eres la panacea del humano perfecto
Negar toda vileza parece ser tu concepto
Temblas cuando mis dedos y ante la perversidad
Estas hecha de caramelo chupetín intelectual.