La bella entrada que da a su mente.
Ella me es cara, nunca deja de moverme.
Me lleva en sus palabras por experiencias docentes.
Me asombra profunda con simples verdades.
Yo digo que es única como si fuese un diamante.
La zurdita es dura,
feroz y dulce.
Transita la vida con la gracia de un lince.
Se viste, combina color con buen gusto en sus trajes.
En todas las cantinas ella es riesgo de baile.
Es explosiva a la vez que detonante.
Es toda carne viva más los misterios del escote.
Fino, bellísima; grueso ¡que ocote!
Mirad como brilla, enciende las noches.
De día inteligente, en realidad la suerte.
La mismísima lotería entre toda la gente.
Se peina, se pinta, me deja inerme.
Es linda, pero linda intensamente.
Me brinda celebrar la victoria versus la muerte.
La dicha la he definido: encontrarle.
Matías en su boca parece ser mi nombre.
Le bautizo mi loca pues soy su orate.
Le beso en la boca como beber miel
Le abro las piernas para obtener horizonte.
Para estar en su selva le soy elefante.
Para estar con ella negocio con los dioses.
¿Y el futuro? buscando piso en el éter.