Sabrá quién soy la noche Como se ha hecho de lágrimas un rio De donde nace la sed de vino y olvido De aquella catástrofe que se llamó matrimonio Cada vez menos duele Esta herida es, en realidad, la sangre La relación perdida con tres almas de mis genes La tristeza abismal subyacente Se continúa sin tener en cuenta la posibilidad Enterrado en el barro se resurge, se renace Se llega a la cúspide en la mediana edad Se hace sociedad, se consolidan los placeres Logramos contacto intelectual con un ser inteligente En esos momentos marcianos lo terráqueo es amigable Alcanza con solo un habitante Asciende a dos la población del romance En este estado se derriban todas las paredes Quedan expuestos en carne viva los corazones Se evidencia la función de combustible y motores Latidos, puesto que late en dos ¿comprende?