Luces bajas
Se encuentra la pareja sentada en la cama, cada uno en un
borde, dándose la espalda con la cabeza gacha
Enrique y María
Enrique - No puedo más –
María – y ahora ¿Qué pasa?-
Enrique – El trabajo, querida, la máquina de la
rutina.
Me hace bum bum el corazón. Yo
pienso que palpita pero no, lo mató la tarea repetitiva –
María hace gesto de ufa otra vez y se hunde aun mas en el
colchón. Siguen opuestos en la postura
Enrique - Lo mismo
te pasa a vos con mis rabietas, porque esto es lo que son, ya no das pelota, ya
te harto “lo que tendría que ser” y te limitas a dejar que vocifere
¡Contrabandistas! O anglicismos de ese tipo ¡darles heces!
María – Esto es nuevo, dramatización. Ya no te alcanza
el lecho para expresar tu frustración -
Enrique se da vuelta para enfrentar la espalda de María
Enrique – Lo estas confundiendo todo como lo haces
siempre pero hasta para esto me siento expuesto a tu tono mordaz, tu lengua con
dientes de perro.–
María – Perdón Topolino te estoy escuchando. Se me estruje
el corazoncito. Tu dolor me es dañino y para atenuarlo intento acercarme a tu
concepto del mundo. Por eso ironizo
¿No te das cuenta?-
Enrique - No Alfajor de Pelitos, explícame te suplico–
María – Estas al borde del abismo Melenudo; estas
poniendo todo triste, todo mugriento. No hay secretos para ser feliz; no
obstante, hay senderos. Vos me enseñaste el de reír, el de sacarle el blanco y
negro a los filmes, el de hacerlos Chaplin
Enrique – me haces
cosquillas con la nariz en el cerebro de tan clara mi vida, en tus fundamentos-
(Ambos siguen una trayectoria de inevitable colisión)
Enrique – Buscar
la alegría es una pelea de barrio en la que se demuestra lo estudiado-
María – Sí
obelisco, acércate que te explico en cinco mordisquitos el sentido del placer (baja
uno de los tirantes del camisón) tengo erótico el camisón -
Enrique – Ahorita Nudillos Blancos cuando te coja de
un mechón, te voy a decir puta, solo yo -
María – solo vos-
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