Les
hablamos a los perros
Les
explicamos la causa del castigo
Les
asignamos intenciones aparentes
Tenemos
en cuenta supuestos motivos
Les
disfrazamos con ropa de hombres
Les
obligamos a ir contra su instinto
Les
condenamos a censurar ladridos
Los
castramos porque nos joden sus hijos
Le
aseamos con cepillos colmillos
Les
cocinamos manjares exquisitos
Les
vestimos con pudores ficticios
Les
confinamos a vivir en edificios
Les
juntamos con palas desperdicios
Los
atamos, movimientos restringidos
Los
bañamos, les negamos lo olfativo
Son
esclavos de nuestros caprichos
Son
tratados y la trata es delito
Son
peluches mimados, pobrecitos
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