lunes, 4 de noviembre de 2019

El Dictador


¿cuál es la voz a la que le doy el tintero?
Me dirijo a un usted, un vos arrabalero
Alguien probablemente nolector, receptor del panfleto
Otro yo interior perfecto e imperfecto

Acaso sea mi voz en alguna ocasión el vehículo
No habrá entonces entre nos un objeto físico
El efecto de mi pasión imprimiendo el recuerdo
“aquella noche del incendio de los versos”

Piedra, piedra, chispa, renglón, fuego
La luz de la hoguera del imaginario colectivo
La sombra chinesca proponiendo tensión, suspenso
Esta de rehén el lector a cambio de un argumento

La pregunta es, de hecho, ahora el cimiento
Del edificio de la razón, apenas un obrero
Quizás el decorador de buenos sentimientos
Él que se harto dando un portazo seco

Hasta ahora solo yo anotando poseso
Buscando en mi interior al sujeto
Pueden estar oyendo la declamación del asesinato del siglo
La victima de Nietzsche me sigue dictando al oído …



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