Morocha bestia de
andar sensual
Su voz eriza todos
los vellos
Sus ojos brillan
tal como el fuego
La picardía es su
argumento vital
Va levantando las
baldosas del suelo
Elige mostrarnos
un camino artístico
Nosotros le
miramos pues somos su público
Dedos, piernas,
carajo llegan hasta el cielo
De cuatro patas
soñada por los hombres del pueblo
Es ella una
pancarta de la felicidad con pelos
Verla pasar tensa
los músculos del cuerpo
Tienta como
tientan todos los peligros
Está detrás de la
barra, acariciando lo áspero
Está caminando ese
paso evidentemente felino
Imaginarla en un
vaso es el vino tinto
Dicen por ahí que
clavarla es la sangre de cristo
Los pordioses que
fantaseamos hacen los pubis húmedos
No obstante, es
buena, se capta su ser femenino
Es quien hace la
huella que deviene en camino
Es que al verle la
camiseta se piensa en el paraíso
Cuando ella mueve
las caderas se llama perreo
En las camas y
literas ella es el sueño
(de diego)