Te sueño cuando voy caminando
Camelo tu intelecto forzado en bondad
Vos das color al cielo textura y movimiento
Entonas un himno que saben cantar los cuerpos
Puerco te doy cariño como lo dan los perros
Tuyo, fiel cual pingüino, el gran guerrero
Voy a protegerte el culito, nuestros proyectos
Me atan miles de miedos más me libero
Merced tu existencia manejo el mundo onírico con el deseo
Lo que solía ser una quimera sucede a diario
Ahora floto tranquilo rumbo al trabajo
Tu recuerdo conforta los momentos solitarios
La sonrisa se ha convertido en mi abecedario
Le derroto a la rutina sabiéndote al lado
El dormir ha devenido en solo descansar
Solo entro en pánico cuando evoco al marido
Perderte no cabe en la imaginación
Siendo ambos adultos nos dispondremos perpetuarlo
Conversando aprenderé a ser mejor humano
Ya vengo accediendo en forma carnal al paraíso
En forma gástrica puedo describir los orificios
Sé que tan elásticas sos para abarcar los conceptos
Lo que Shakespeare vio en Matías Capuleto
El plural es la vertiente de estos versos
Lo irreal sucediendo despiertos
Cada paso en el mundo de los sueños
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