No hay persona más triste que aquella mirando un reloj Hay mañanas grises repletas de sol Millones que dicen que solo que estoy Ninguna imagen es libre dentro del ordenador No existe persona invisible, por ende no hay dios No hay persona más triste que aquella ajena al dolor La historia no se repite después de la revelación La vida propone accidentes a quien no usa cinturón No es de cobardes optar por irse sino el acto de la indecisión Temía vivir y ha muerto reza la lapida del Facebook No hay persona más triste que aquella que he sido yo Seguro fui un imbécil durante la anterior relación Sin huevos para defender mi arte, el lápiz me defendió Mas de dos cuernos gritaron alce y accedí a la depresión Plantarse ahora es fácil, yo era el que vegetó No hay persona más triste que aquella quien cree todo ficción Perdí entre mil realidades la suerte y la dirección ¿Mi brújula? La Vale, Sissí, mi corazón Es dulce, hace desfiles, fogatas en