La furia, la rabia, la impotencia El encuentro con la estupidez manifiesta La cobardía del delincuente común Las amenazas para acallar al poeta El nombre, el apellido que se me requirió Pongo en blanco que son unos mierdas Por encima de las reglas no hay nadie ni siquiera yo Cargo verdades que disparo con la libreta De manera hipotética, soy el ejecutor Yo defiendo la labor de las enfermeras Médicos honestos o aquel que se doctoró Defenestro a los que trampean Me provoca vergüenza que trabajen donde yo El hospital no los necesita Su constante ausencia es la confirmación Están dañando nuestra Argentina Esos señores médicos cometen traición Pido, suplico, su cesantía Fiscal, se precisa que estén en prisión Su sola existencia es ya su estigma Su praxis delictiva es mala por definición Reivindico el llamarles inmundicias Mediocres pérfidos carentes de valor Mi nombre es Matías publico en Dial Lecto Tengo estos dos huevos para su succi