La ciudad sufre sus gentes rotas.
Veo sembrar los delirios en sus manías persecutorias.
No encuentro desvergüenza en la avanzada edad.
Las pasiones vencen antes del vencimiento individual.
El tango de los árboles se baila en canteros de acero.
Esta incorfomidad sindical sin remedio ni encuentro.
Hasta mi existencia se siente desmitificada.
Nadie va por más ¿Qué pensaba el Che Guevara?
Mejor, aunque malo, seria todo sin contratos.
Puesto que copular por deporte no lo hace menos grato.
Debemos considerar nuestra mente, nuestro aparato.
Sanar como individuos es la mitad del primer paso.
Ahora caminando el mundo mientras sufre su infarto.
Mi reloj nos vende el tiempo en edades al contado.
Urge encontrar un lugar para apuntar.
Quisiera creer sea la luna y no descarto Palo Alto.
Ya basta de respeto; la fuerza es versus esta neorealeza.
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