El doctor Mingón, un mandarín, que no se sabe si es
francés o criollo, inventó una religión donde rezar es el gozo, en el crucifijo
son dos, pensamiento y locomoción. El sacerdocio es la polución no alocución pues
halló el baño como convento. Men sana in corpore sano significa en un punto el
aseo de la persona hasta la santa intención mediante motivos manifiestos.
Es un psicólogo que se tomo la licencia de ser glittercrítico.
Escribiendo párrafos brillantes, repletos de sol por sus noches de pies
calentitos. De ese fuego se alimenta el campeón que de grande será Argentino.
El oro y la plata miden su valor, el piensa que existe y es esto, poquito. Con dos
de gamba se le compra el favor, es lo que pide él a los gritos.
Vende periódicos deber ser escritor egipcio según sus jeroglíficos.
Que fea letra tiene un servidor de esta lucha versus el delito que esta noche
como un modelo se enmascaró para que todo digan ¡que es correctísimo!
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