A veces la pena es tanta que no entra
Estallan puertas, ventanas, no frena
Provoca violencia la magnitud de la pérdida
Nunca más es como se llama la impotencia
Ya no más charlas
Ya no más ver ná
La conexión fue interrumpida
El resultado ha sido fatal
La suerte homicida
No queda otra que llorar
La parca bebe lágrimas
Esa es la sed sádica
Para quien sobreviva, piedad
Eso no es sobrevida dirá
Hará el millón al pasado fugaz
El futuro es color negro mortaja
Es duro decirlo pero el tiempo camina
Nosotros vamos detrás sufriendo el durar
La primera persona del horror particular
Este es el párrafo aparte del personal de hospital
Lidiar con ese espectáculo en cualquiera de sus formas
Están nuestras almas comprometidas, nuestra conciencia
rayá
Para esto no hay preparación, el entrenamiento es
experimental
Es asi. En un hospital se sufre por los seres que se fueron; es parte de la vida, pero por la otra ocurren lo que llamamos "Milagros" que nos dicen sigan luchando. No se vayan, siganos cuidando. A pesar de mil ventanas rotas, siempre esos angelitos blancos (enfermeras) y los medicos no los abandonaran. Yo lidie 20 años en una emergencia de un Hospital publico, hoy hago una guardia 01 semana al mes en el Privado a disponibilidad. Saco valentia de donde no la tengo para dar las malas noticias y se me desborda el corazon y lloro cuando aquel que estaba desahusiado me llega caminando con un baston y una hermosa sonrisa, como diciendome sigue,no pares, sigue.
ResponderEliminarentonces no hay que parar, jamas, se nota en sus actos lo vemos, los pacientes y los compañero es parte de los nobles (http://diallecto.blogspot.com.ar/2013/09/nobles.html)
EliminarPersonalmente coincido, las veces que el vacío me invade se vuelven eternidades indescriptibles...
ResponderEliminarvaloramos por eso la suerte de la respiración como acto
EliminarUfff. Muy cruda y buena Don Canga.
ResponderEliminarRealidad cercana esa (que se siente más fuertemente durante las madrugadas).
es casi periodismo, o es casi metaforico
EliminarMatias..."A veces la pena es tanta que no entra"...Sucede igual con la felicidad.. Fuerte y profundo tu relato así es la vida amigo,.tratemos ser felices y no perder momentos breves pero luminosos que nos da el amor, amor a todo lo que nos rodea.
ResponderEliminarUn abrazo.
estan los dos lados de la moneda, aun cuando cae de canto
EliminarMe ha gustado. Anduve bastante por el hospital hace poco.
ResponderEliminarmillon de gracias por su lectura
EliminarAsí es, el personal que se dedica a atender la muerte cada día, tiene dos opciones, cubrirse con un caparazón de dura apariencia que jamás es total o sufrir cada una de las muertes, Saludos
ResponderEliminarsaludado, igual de sufrido y siempre asombrado por el peso de dolor en los pasillos
EliminarLas personas suelen pensar que los que luchamos con la enfermedad y la muerte nos volvemos insensibles con los años, no es cierto, solamente que uno debe cubrirse con una máscara que permita actuar con profesionalidad y eficiencia...pero nunca deja de doler...
ResponderEliminarsiempre asombrado por el peso de dolor en los pasillos
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