Atorrante, caradura, encantador
El errante, el que busca, el otro yo
La potencia de la música en el cuello
La urgencia del mensaje manifiesto
Los suicidas proliferan en el medio
La tristeza en poesía es veneno
Cuando lloran los poetas crecen ríos
Aman tanto que se exponen al peligro
Impresiona que su pecho sea de vidrio
Ni el discurso ni el mismo tienen freno
Su conducta fundamenta los hospicios
Sea de fruta o de menta, es distinto
La pregunta más difícil la hace él mismo
Se enfrenta a basuras deshonestos
No se cansa, no renuncia, es de fierro
Usa bombas, argumentos explosivos
Atesora un millón de sentimientos
Cree que empuja y le pone sendos huevos
Solo a una pues apunta a lo perfecto
Solo hay una, además, de ese genero
Caradura, se le anima a cualquier negro
Atorrante pinta en semen todo un cuero
Es su entrega, su suerte, un lanzado
¿Cómo encanta? Siendo miembro y partido
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