Hay una generación de pelotudas hijas de puta
De boludas frígidas en todo y en la cama
Mujeres amorfas con grasas en las ganas
Entidades perniciosas dedicadas a odiar
Vacas sudorosas, ratas de albañal
No saben conjugar el verbo amar en ninguna persona
Sufren de angustias si algún conocido triunfa
Ni una verdadera miga por sus lenguas viperinas
Agrias, solitarias, mal cogidas
Faltas de bondad, seca la vagina
¡Las dos cosas importan! Pedazo de estúpidas
Si leyesen …, si se dejasen …, si se les nota
No prestan el traste, nadie las goza
Se llaman cobardes incapaces de dar
Corre por su sangre un rio de bosta
Anhelan llegar a ser basura blanca
Son la vergüenza indoamericana
Esas que pensarlas provocan arcadas
A menudo burócratas con aspecto de basura
Nada y encima perjudican, corroen, cansan
A esas imbéciles odia Matías Canga
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