“Como en toda historia de amor eran dos desconocidos donde al final ninguno sabia su nombre” Perdida en los oídos estaba su voz El órgano locomotivo de cualquier relación El único adhesivo universal en las uniones Se miraban, ¿que digo?, se comían de a pellizcos los ojos Siendo humanos y fallidos ascendieron a paisaje de morbo Han extraviado la identificación, el y el vos están en desorden No hay cuerpo que los limite a la pasión No hay hueco donde esconder inhibiciones Ni el tiempo puede llamarse factor Es de ellos igual que el cielo y las flores Son plebeyos reinando la sensación Esa que algunos provoca pudor Pues a ellos les causa temblores Vibran de envidia la luna y el sol Los polos magnéticos buscan suicidarse Las columnas rezan amurarse de a dos Esto es un eclipse, el hierro imantado Es la civilización después de extinguirse Poemas de historia recuerdan quien son Humanos comunes, princesa y príncipe