Confundido, aturdido, transportado Aun no despierto, viajando El rumbo del látigo hacia el salario En el espejo un tonto, numerado Llevo el cuaderno cual grabador literario La música al cuello me transforma en acusado Si señores me divierto sabiendo ser esclavo El amor en el infierno es la charla entre operarios El chiste de escritorio atenúa los horarios El sexo es para solos o aquellos deshonestos El resto de nosotros horas yugando Relojes marchan, sádicos, perversos, despacio Atrapados por los contratos renegamos lo pactado No obstante afortunados; como tontos somos tantos Con sueldo apaciguados, el ocio es lo fantástico Todo está saldado jamás acabado Suena un silbato que nos dice fin del rapto Hemos cumplido un propósito, lo festejamos Vuelve un despojo enloquecido de cansancio Como al principio no muy despierto, soñando Un zombi vivo directo a sus brazos .