sábado, 10 de diciembre de 2011

sentencia

es esta  la desesperación
acabar con la vida
perder los entonces
desdeñar la comida
beber de los ojos
respirar la saliva
olvidarse nosotros
esto acá se termina
quede todo roto
quebré mi sonrisa
raje el escroto
no tengo hombría

no guarde cinco mangos
no cerré las cortinas
estallo llorando
mi pena explosiva
ya casi ni valgo
mi peso en cosquillas
quizás recordando
sobre-use aspirinas

q tanto espectaculo
la desazon del poeta
mi precio es exacto
cotizado por mierda
la soledad no me encuentra
la espero en mis letras
por q no tengo parla
perdi hasta la lengua

soy yo el q falla
pago aqui mi sentencia


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