Culpable de homicidio despierta
Retira lo dicho, ya no recuerda
Viajó por un rio remando aguas negras
Cenó pesadito, se revolvió su conciencia
Las serpientes de Silvio, fantasmas, cadenas
El desnudo céntrico pasado de moda
Saltos eternos carentes de caídas
El inconsciente revuelto todo lo imagina
Charló con un perro sobre lobotomía
Nadó al desconcierto que era su isla
Se creyó despierto mientras dormía
Hubo en sus ojos movimiento, bajas las cortinas
Imágenes imposibles de variedad infinita
Un gato siamés impartiendo docencia
El miedo a perder lo ahogo en desesperanza
El pasillo se alarga, se estira
Nadie habla, siquiera miran
Toda escafandra necesita una ventanilla
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