jueves, 17 de febrero de 2011

Las Gracias (de los Monos)


No puedo dar gracias hasta que no aprenda a odiarte, aun cuando mas no sea un poquito.
Ni siquiera esta en mi potestad explicarlo puesto que no te lo he dicho fuerte y clarito.
Camino mi arte, entonces, estoy siguiendo el verdadero Camino.
Y mi espada, mi destino, se lo entrego a sus ojos, a pesar de mi desaliño.
Campeador de plazas y arenas menos inocentes.
Poeta de alma inquieta y lengua afilada, a veces certera otras muerta.
De grial dos piernas, la chica duende, la pasión entera.
Atardeceres derramados en verde tintados me deseo a guisa de futuro dorado.
Quiero mis penas y las alegrías, al cuadrado.
Agradeceré entonces saber no tener nada claro, voy a aprenderlo desde el llano.
Agradeceré las páginas mancilladas, la odisea de mi cada día, esta realidad tan inacabada.
Agradeceré que me falte dar tantísimas gracias.
Espero no me olvides, siempre estoy buscando ser mejor persona.
Lo Malo perdona.
Lo bueno me adorna.

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