Para las ramas de un mismo árbol es su devenir el comunismo.
El captilalismo de Darwin lo subyugó, armado en hierro de cemento y doblegadas las encuentro hoy, defenestradas.
Esto me dio pie para tratar de entender el profundo respeto sentido por mi primo mapuche cuando se refiere a la tierra, ese cariño de pachamama. Me di cuenta de que así de profundo se puede sentir la vida. No obstante es en el nombre de la productividad que la ocultamos en bellas baldosas, lisas o porosas, como sea en pos de zafar de una situación embarazosa. Es decir, si el rancho es con piso e´tierra seguro no vale dos mierdas.
Y el aire diáfano y puro solo sucede en altamar. Lejos de las rutas que van desde el petróleo hacia el capital. Ahora parece que va a ser usado de factor para regular el desmedido crecimiento de la población mundial.
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