Llega
de Matias Canga, el Lunes, 07 de febrero de 2011 a las 9:58
Si todo fuese real iría realmente mal.
Si no te sueño no te puedo encontrar.
Si no te escucho me olvido de la utilidad del verbo narrar.
No, no le echo la culpa a tus piernas, no me he dejado enredar.
No le echo la culpa a tus ojos, si era ciego y ahora se describir el mar.
No estoy hablando de tus pechos, no seseo como niño de lactar.
No me refiero a tu pelo, nunca las cascadas fueron tan oscuras ni olieron a rosedal.
Es que esta hoja en blanco no me deja un segundo de provocar.
Vivo en un vocablo y los sinónimos son senderos que acaban muchísimo más allá.
Es que quiero bailar cada uno de tus latidos.
Es mi pecho donde te vas a refugiar.
Atesorar todos tus gestos es una contribución al bien estar.
Y no, no es que te conozca, es un vistazo onírico, debes estar al llegar.
Mec 42114
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